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SABER ES PODER

El arte mexicano como vehículo metamórfico

Emilio Schoning

Según la Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales, dada a conocer por el CNCA (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes) en el 2010, el ochenta y seis por ciento de los mexicanos nunca ha ido a una exposición de artes plásticas, es decir: dibujo, grabado, pintura, escultura o arquitectura. Han pasado varios años y las cifras no han mejorado de acuerdo al ritmo esperado después del incremento en presupuestos destinados al acercamiento a la sociedad, demostrándonos una vez más la desorientación de los mexicanos en el ámbito artístico. El arte mexicano es muy valioso y digno de orgullo, por lo que merece atención y apreciación del país que lo engendró. La historia, el panorama actual y el significado delimitan este cuadro de relevancia y le otorgan el puesto que merece.

La etapa prehispánica podría suponer la primera del arte mexicano. En aquel entonces, en la región centroamericana, se comenzaron a utilizar diferentes sistemas de escritura y calendarios. La cultura olmeca fue pionera en variedad de medios como cerámica y papel amate, principalmente para la creación de vasos y vasijas. Mismos que serían decorados plasmando sacrificios a los dioses o simplemente escenas de la vida diaria de las personas comunes y corrientes. Más tarde surgió la conquista española, la fase colonial. Donde el arte estuvo en contacto con temas evangelistas y siempre se veía patrocinado por las iglesias. Los artistas imitaban el estilo completamente europeo aunque tenían sus propias técnicas. Los monasterios también contenían componentes de la arquitectura gótica y renacentista. En la primera mitad del siglo XIX, el romanticismo fue introducido a México por viajeros extranjeros. La mayoría de las obras eran más realistas y hacían énfasis en los detalles, representaban las batallas independentistas. Fue hasta la revolución que el arte sufrió una transformación drástica y dramática, pues sucedió el movimiento muralista mexicano, liderado por autores como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. La década de 1980 se clasifica como Nemexicanismo, la cual fue ligeramente surrealista y centrada en la cultura popular. A pesar de los grandes problemas que los mexicanos hemos enfrentado, la exploración artística y el constante intento por retratar la realidad nunca se vio disminuido. Quizá se vio influenciado por factores externos, pero esto solo aumentó la diversidad y la riqueza.

Desde 1990 hasta ahora se adjudica la postmodernidad. Un ejemplo de este último periodo son la serie de pinturas de Luz del Carmen Magaña Villaseñor tituladas “Él es un camino” de óleo sobre tabla, expuestas permanentemente en Galería Libertad en la Ciudad de Querétaro. Estas obras representan autopistas y calles modernas con elementos reales en una atmósfera nocturna. Otro  ejemplo es la exhibición temporal de Miguel Ramos en el Museo de Arte, basado en la misma metrópolis, llamada “El misterio de la tristeza”. En estas pinturas aparecen librerías abandonadas, paisajes de bosques y cementerios, espacios urbanos depredados. En otras palabras, hace que la belleza del lugar no determine la belleza de la obra. Ambas colecciones toman objetos que no son considerados valiosos como puntos de partida provocadores de sentimientos y emociones, duplicando las barreras de trascendencia y dejando de un lado la repetitiva estética palpable, comprobando la posibilidad de seguir innovando y encontrando áreas de oportunidad aún en un lapso condensado y abrumador como el vigente.

El arte mexicano refleja el imaginario colectivo y transmite las experiencias de las personas que habitan en esta tierra. Representa las costumbres y tradiciones a través de colores, texturas,  dimensiones y patrones. Es un conglomerado de lo que fuimos, lo que somos y lo que aspiramos ser a través de sus diversas formas de expresión. Está repleto de simbolismos que hacen referencia al entorno en el que vivimos y las dificultades con las que lidiamos, contribuyendo a la denuncia. Además de contener ideas y pensamientos provenientes de distintas generaciones, sectores poblacionales y personas importantes.

El arte es una herramienta sumamente fundamental para impulsar el desarrollo educativo y formativo, ya que funciona como método de cuestionamiento, crítica y protesta. Por ello resulta alarmante la cantidad tan reducida de personas que asisten a recintos didácticos tales como colecciones o museos en México. Porque una sociedad que no se interesa en el arte es una sociedad que no está lista para efectuar un cambio. El arte no solo fue inventado para entretener y sorprender a quien lo presencia, si no para romper paradigmas y proveer nuevas perspectivas al mundo actual.

Referencias:

Demos, desarrollo de medios, sa de cv. (2016). Unammx. Recuperado el 13 de Octubre del 2016, de http://www.jornada.unam.mx/2010/12/16/cultura/a03n1cul

Tiposdeartecom. (2015). Tipos de arte - cuadros clases y obras - tiposdeartecom. Recuperado el 14 de octubre del 2016, de http://tiposdearte.com/arte-mexicano/

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