

CULTURIZACIÓN
CDMX
SILENCIO, VOZ DE LOS MUERTOS.
Reflexión de la impunidad en México
Pamela Valverde
“La impunidad vuelve valientes a los cobardes y osados a los pusilánimes,
y el día en que cobardes y pusilánimes alcanzan el poder, sus sucias babas lo aniquilan todo” (Alberto Vázquez Figueroa, novelista y periodista español)
La impunidad es la causante de muchos de los problemas de nuestro país y la situación se seguirá agravando mientras ésta continúe existiendo. Este fenómeno se puede definir como “ausencia o falta de castigo después de la comisión de un crimen o delito” (Amnistía Internacional) y desgraciadamente es algo que ocurre todos los días en México. Los criminales que cometen las faltas a la ley y a los derechos humanos más graves, son también los más ricos y con más influencias dentro y fuera del gobierno por lo que rara vez tienen una consecuencia. Por otro lado, las personas con menos recursos que cometen crímenes menores, son procesados y en muchos casos inculpados, por lo que sufren penas mayores a las que deberían. Mientras tanto, el resto de la población observa sin denunciar y se conforma con la situación del país.
A nivel internacional y nacional, México es un país con niveles muy altos de impunidad. De acuerdo al Índice Global de Impunidad que dicta el CESIJ (Centro de Estudios sobre Impunidad y Justicia) publicado en febrero del 2016, México ocupa el lugar 58 de los 59 países con mayores niveles de impunidad, superando a países como Colombia. Otro dato alarmante, es el grado de impunidad que presenta nuestro país: En una escala en que va de 0 a 100 México tiene 67.42 puntos, es decir, 17.42 por encima de la media y únicamente dos estados de la república (Campeche y Nayarit) tienen niveles bajos de impunidad, el resto de las entidades están en el rubro de alta o muy alta impunidad. A esto se le añade el hecho de que, “en 2016, sólo el 4.46% de los delitos consumados llegaron a una sentencia condenatoria.”[i] Esto quiere decir que de cada 100 criminales que se probaron culpables, solo 4 se enfrentaron a una pena legal por sus acciones. Los números son casi ofensivos, sobre todo para aquellos que fueron víctimas de una falta a la ley, cuyos derechos fueron violentados y que viven aterrados por la libertad de sus agresores.
La impunidad de define como un fenómeno multicausal ya que se origina en diferentes momentos y por diferentes factores. Uno de ellos es la actitud amoral de los mexicanos al no denunciar una falta cuando son testigos de ella, lo que ocurre sin importar la clase social o grado de educación de la persona. El fenómeno también se presenta a partir del “mal funcionamiento de las dimensiones de seguridad, justicia y derechos humanos en el ámbito nacional y local de los países” (Rodríguez Lara, febrero 2016) y es responsabilidad de los tres poderes del Estado. La impunidad comienza en el momento en el que se comete un delito y no termina hasta que los delincuentes reparen o cumplan la pena que les corresponde. “Hay gente que está por encima de la ley. Viven en una impunidad total y son conscientes de ello, lo cual los vuelve aún más insolentes” (Yasmina Khandra). Si una persona comete una falta por mínima que sea y no cumple algún tipo de castigo monetario o incluso una pena privativa de la libertad (según sea el caso), vive y vivirá en la impunidad y por consiguiente debe ser considerada como inmoral.
En una sociedad en donde la impunidad es tradición, la corrupción reina. Hoy en día tener “palancas” es más importante que tener conocimiento y la libertad es para todo aquel que pueda comprarla. Los crímenes más horribles se mantienen en la oscuridad y de ellos solo se saben especulaciones y supuestos resultados de investigaciones dudosas que apuntan al crimen organizado como el culpable. Un ejemplo es el Movimiento Estudiantil de 1968 en el que participaron estudiantes, maestros e intelectuales de diferentes universidades de la capital, se reunieron el 2 de octubre en la Plaza de la Tres Culturas en Tlatelolco. La marcha tenía un carácter pacífico y tenía como objetivo pedir que se respetara la autonomía de las universidades y que se liberaran a los presos políticos. Unos minutos después de que la marcha se diera por iniciada un grupo paramilitar llamado Batallón Olimpia y el ejército nacional, abrieron fuego contra los jóvenes y maestros reunidos en la plaza, siguiendo las órdenes de Luis Echeverría Álvarez quien en ese momento era el Secretario de Gobernación. El escenario era aterrador, sangre corría por las calles, los manifestantes aterrorizados buscaban refugio en las casas y en la mayoría de las ocasiones no lo encontraban a tiempo, miles fueron arrestados y muchos más murieron. La respuesta del gobierno fue indignante, según los anuncios oficiales murieron “cerca de 20 personas”, cifra que más tarde fue desmentida por Miembros del Consejo Nacional de Huelga quienes informaron a John Rodda (periodista británico y corresponsal de la BBC de Londres en México) que el número de muertos era en realidad de varias centenas. Un año después del acontecimiento el presidente Gustavo Díaz Ordaz dijo “Asumo íntegramente la responsabilidad personal, ética, social, jurídica, política e histórica por las decisiones del gobierno en relación con los sucesos del año pasado”. Sin embargo, no se le asignó ningún tipo de condena.
Otro ejemplo de impunidad más actual es el caso de la CNTE. El sindicato de maestros se ha manifestado durante varios meses para que el gobierno cumpla sus peticiones las cuales se consideran perfectamente racionales por algunos y completamente innecesarias por otros. Sin embargo, este no es principal problema, si no los actos de vandalismo que llevan a cabo al incendiar camiones y falta de responsabilidad y profesionalismo laboral que han demostrado los docentes. Ese tipo de actitudes deberían ser penadas con multas, cárcel o como mínimo con el despido del que las ejecuta, desgraciadamente esto no sucede. La razón por la que el gobierno ha decidió no cumplir con lo que dicta la ley es simple: La CNTE es apoyada por las clases más bajas y más numerosas, por lo que reprimirlos significaría un gran costo político que el Estado no está dispuesto a pagar.
El asesinato o desaparición forzada de las personas es un crimen extremadamente grave y que está presente en el día a día de los mexicanos. Un caso reciente es el de los 43 normalistas de Ayotzinapa quienes desaparecieron el 26 de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero. El crimen ocurrió después de que varios sujetos que más tarde fueron identificados como policías municipales, agredieron dos camiones en donde viajaban alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa, por órdenes del presidente municipal de Iguala. Se arrestaron a 22 policías que podrían haber estado implicados y se iniciaron investigaciones guiadas por la PGR. Esta tragedia indignó y entristeció a millones de mexicanos y personas de todo el mundo, el representante de las Naciones Unidas de nuestro país lo clasificó como un crimen de "extrema gravedad" y describió al incidente como "los sucesos más terribles de los tiempos recientes". Países como Estados Unidos y Argentina expresaron su descontento y ofrecieron su apoyo en las investigaciones, pero el patrón fue el mismo que en el resto de los casos. Las investigaciones señalaron a agentes de policía, miembros del crimen organizado como Sidronio Casarrubias (líder de Guerreros Unidos) y al alcalde de Iguala como responsables de la desaparición de los estudiantes. El caso no se ha resuelto, pero un estudio hecho por Comisión Internacional de Expertos Independientes demuestra que “ni la Procuraduría de Justicia de Guerrero ni la General de la República hicieron una investigación científica y fiable. Por el contrario, su trabajo fue sospechosamente parcial y ofreció conclusiones insostenibles” (A.J. Olvera 2016).
Se necesita un cambio urgente en la sociedad y gobierno mexicano. Alberto J. Olvera (Profesor-Investigador del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana) opina que, para resolver el ambiente de injustica en el que vivimos hace falta que se lleven a cabo diferentes medidas. Una de ellas es “la creación de una fiscalía independiente”. En segundo lugar, Olvera propone “eliminar a nivel constitucional el fuero de los políticos y altos cargos” así como “acelerar la creación del Sistema Nacional Anticorrupción y autorizar legalmente al congreso a cumplir su función de vigilancia e investigación.” Aquel que es testigo de una falta se convierte en cómplice de la misma, en el momento en que decide no denunciarla. Un crimen es asunto de todos sin importar si es algo cotidiano, como pagar a un oficial de policía para evitar una multa o algo más grave como son los casos presentados anteriormente.
La impunidad que se vive en México, no es solo del estado, sino también de la población. La mayoría de los jóvenes copian las tareas y escriben las respuestas del examen en papeles pequeños, los pocos que no lo hacen son testigos y en cualquiera de los dos casos, se mantiene en secreto. Al no denunciar acciones tan simples y cotidianas como éstas, apoyamos a que la impunidad siga existiendo y que nuestro país siga escalando en Ia lista de países más impunes. Los criminales poderosos seguirán libres y los inocentes serán inculpados.
Tlatelolco y Ayotzinapa. Estos son solo dos ejemplos de los muchos crímenes que siguen impunes hasta el día de hoy. Campesinos, Indígenas y Estudiantes han pagado con sus vidas el silencio de la población.
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[i] Recuperado de: Clercq Ortega E., J.A et al. (Febrero 2016). IGI-MEX Índice Global de Impunidad México 2016. México: Fundación Universidad de las Américas Puebla.
REFERENCIAS:
Alberto, J. (2015). EL PAÍS. Recuperado el 2 de septiembre del 2016, de http://internacional.elpais.com/internacional/2015/09/16/actualidad/1442412310_519012.html
Animalpoliticocom. (2014). Animal PolÃtico. Recuperado el 30 de agosto del, 2016, de http://www.animalpolitico.com/2014/11/cronologia-del-caso-ayotzinapa-un-mes-de-la-desaparicion-de-43-estudiantes/
Clercq Ortega E., J.A et al. (Febrero 2016). IGI-MEX Índice Global de Impunidad México 2016. México: Fundación Universidad de las Américas Puebla.
Excelsiorcommx. (2015). Exelsior. Recuperado el 2 de septiembre del, 2016 de http://www.excelsior.com.mx/nacional/2015/03/26/1015665
Mileniocom. (2016). Milenio. Recuperado el 2 de septiembre del 2016, de http://www.milenio.com/politica/peticiones_CNTE_a_Segob-pliego_petitorio_CNTE-peticiones_CNTE_Osorio_Chong_0_760724235.html
Poniatowska, E. (2008). Matanza en Tlatelolco. EL PAÍS,, . Recuperado el 1 de septiembre del 2016, de http://elpais.com/diario/2008/04/19/babelia/1208561965_850215.html
Solás A. (2015). Forbes México. Recuperado el 1 de Septiembre del, 2016, de http://www.forbes.com.mx/mexico-el-segundo-pais-con-mas-impunidad-en-el-mundo//